El líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in , hablaron «de desnuclearización y de paz permanente», según Seúl, en una cumbre histórica tras un apretón de manos simbólico en la línea de demarcación militar que divide la península.
De acuerdo a las primeras declaraciones tras el encuentro, ambos países advirtieron que este año pondrán fin a la guerra que comenzó en 1950 y que duró tres años, hasta que se firmó el armisticio pero no la paz.
«Los dos dirigentes mantuvieron un diálogo sincero y franco sobre la desnuclearización y el establecimiento de una paz permanente en la península coreana y el desarrollo de las relaciones intercoreanas», anunció el portavoz de la presidencia surcoreana, Yoon Young-chan.
«Corea del Sur y Corea del Norte confirman el objetivo común de obtener, mediante una desnuclearización total, una península coreana no nuclear», afirmaron en una declaración conjunta.
Antes, Kim había dicho sentirse «embargado por la emoción» al cruzar la línea de cemento y convertirse en el primer dirigente norcoreano en pisar territorio surcoreano desde la guerra. Por su parte, Moon había declarado que espera concluir «un acuerdo audaz para obsequiar un gran regalo al pueblo coreano en su conjunto y a la gente que quiera la paz».