La alimentación saludable cada día suma nuevos adeptos para hacer frente a enfermedades modernas y también para prevenir su aparición. En este contexto se han vuelto popular hablar de alimentos antioxidantes, porque al encargase de evitar la oxidación de las moléculas, tienen la capacidad de retrasar el desgaste y deterioro de la piel, tejidos y órganos.
Cuando se consumen frecuentemente, el cuerpo tiene la capacidad de regenerarse, prevenir el envejecimiento prematuro y, sobre todo, hacerle frente a los radicales libres; considerandose una de las formas más efectivas de reducir el riesgo de desarrollo de aquellas enfermedades crónicas no transmisibles que más limitan la calidad y expectativas de vida de la población mundial, como el cáncer.
Existen alrededor de 8.000 tipos de antioxidantes, aunque no todos actúan de la misma manera en el cuerpo, lo importante es saber que todos ofrecen beneficios para nuestro organismo.
A continuación te recomendamos algunos de estos maravillosos alimentos para que vayas incorporándolos a tu dieta y a la de tu familia.
Arándanos
Tienen propiedades antioxidantes que ralentizan el envejecimiento celular. Además, son muy efectivos para combatir las infecciones urinarias.
Kiwi
Esta fruta es rica en vitamina C y posee antioxidantes que ayudan a retardar el envejecimiento celular.
Frutos secos
Los frutos secos contienen ácidos grasos esenciales y una gran cantidad de antioxidantes que contribuyen al control del estrés oxidativo celular. También ofrece una acción protectora contra afecciones como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y el deterioro cognitivo.
Vino tinto
En su justa medida el vino tinto ofrece varios beneficios para la salud. La elevada cantidad de antioxidantes presentes reducen la inflamación y mejoran el riego sanguíneo. Además, esta bebida contiene polifenoles, sustancias que ayudan a proteger las células de la oxidación y el deterioro.
Granada
Junto con ser baja en calorías y poseer un alto porcentaje de agua, la granada es rica en antioxidantes que ayudan a proteger, reparar la piel y reducir los efectos del envejecimiento.
Tomates
Los tomates son la fuente por excelencia del antioxidante conocido como licopeno. El licopeno podría combatir diferentes enfermedades de forma más efectiva que la vitamina E y el beta-caroteno. El licopeno necesita ir acompañado de una grasa saludable para poder ser absorbido eficazmente, por lo que se recomienda comerlo con aceite de oliva para obtener todos sus beneficios.
Fresas
Son perfectas antioxidantes. Además, tienen un alto contenido en vitamina C, hierro y ácido fólico.
Té verde
Se caracteriza por tener altas concentraciones de polifenoles, compuestos que, en alianza con otras sustancias químicas, aumentan los niveles de oxidación de la grasa y la termogénesis.
Semillas de Chía
Son las semillas de moda y son muy ricas en antioxidantes. Además, destacan por tener Omega 3, fibra y por ser depurativas.
Cacao puro
Rico en fibra y vitamina C, el cacao puro también destaca por su alto contenido en antioxidantes que reducen los efectos negativos de los radicales libres.
Ajo
Aunque a menudo se utiliza para sazonar las comidas, el ajo es un alimento altamente medicinal y rico en antioxidantes. Un diente de ajo contiene vitaminas A, B y C, selenio, yodo, potasio, hierro, calcio, cinc y magnesio. Además, el ajo está considerado como un antibiótico natural.
Zanahorias
Las zanahorias contienen beta-caroteno y otros importantes antioxidantes que ayudan al cuerpo a producir vitamina A., la que es muy buena para la salud visual, además de ser clave en la prevención del cáncer.