Luciana tiene tres años ocho meses y prefirió sin dudar la muñeca blanca y no la de tez negra. Dijo que la blanca era más bonita, que le gustaba más, etc. ¿Será que estoy criando a una niña racista?. No me calzó para nada la respuesta respecto a los valores que hemos intentado inculcarle en sus cortos tres añitos. Bueno, al parecer la reacción de mi hija no es tan descabellada. No es ni racista ni discriminatoria. Simplemete prefirió un patrón al que está acostumbrada, dejó de lado lo desconocido y poco habitual en su mundo. Pero creo que pronto eso cambiará…
Chile está recibiendo un número importante de inmigrantes, casi 800 mil foráneos habrían llegado a nuestro territorio a la fecha, según cifras del último Censo. De una sociedad homogénea pasamos en pocos años a una mucho más diversa.
Por lo mismo, no sólo el Estado debe hacerse cargo. Las políticas de inmigración, como educar en los colegios a los niños sobre este tema deben ir de la mano con lo que enseñamos a nuestros hijos en casa.
Según estudios psicológicos, los niños no son racistas por naturaleza, sólo actúan por imitación. Siguen los patrones impuestos en la sociedad por los adultos.
Hace algunas semanas las redes sociales “viralizaron” un video en que niños españoles acosaron e incluso golpearon a un menor de raza negra en un parque a vista y paciencia de los padres. Al parecer la idea era que el pequeño dejara el lugar, y lo lograron. ¿Qué pasó ahí? ¿Racismo o “cosa de niños”?. Independiente de la respuesta, ese tipo de situaciones no debería ocurrir.
Los papás tenemos que aprender y al mismo tiempo traspasar a nuestros hijos que todos los seres humanos deben ser tratados igual, que merecemos el mismo respeto, independiente de las apariencias y las diferencias. Debemos explicarles a los niños cómo puede herir a otro la discriminación, y que en definitiva no sirve para nada…
La vida claramente tiene matices, y muchas veces es conflictiva. No se trata de obligar a “querer” a todo el mundo, pero para poder tener una buena conviviencia es necesario respetarnos, ser empáticos y de alguna forma desnaturalizar las malas costumbres.
Tengo esperanzas… Las nuevas generaciones están más abiertas a los cambios. En hora buena el explosivo aumento de inmigrantes, los niños enriqueciendose con nuevas culturas, creciendo con una visión integradora, más abierta, más global y más realista del mundo en que vivimos. Tengo esperanzas…
Por nuestra colaboradora Carla Olivares Vergara, periodista que se ha desempeñado en destacados medios nacionales, como TVN y CNN Chile.