Punto de vista

Mujeres Madres Profesionales y Solteras – PARTE 2

De acuerdo a las cifras de la segunda entrega del Censo Abreviado del 2017, se acreditó que el número de hogares que tiene una jefa se elevó a un 41,6% , superando con largueza el 31,5% de 2002, y el 25,3% contabilizado en el de 1992.

Y claro que esto está bien, las mujeres somos igual de capaces que los hombres para sostener un hogar, pero pucha que es cansador cuando no sólo te ocupas de llevar el sustento económico, sino que también debes hacer los quehaceres domésticos en solitario, debes cuidar a tus hijos, preocuparte de que estudien, de que crezcan con valores, llevarlos a sus actividades y hasta jugar con ellos. Multiplicidad de tareas que las mujeres madres, profesionales y solteras deben desarrollar a diario, cargando un gran peso sobre sus hombros, porque a pesar del cansancio hay que hacerse valer en el medio profesional, destacar para tener alguna oportunidad de crecimiento.

A pesar de esta carga, no hay políticas públicas dirigidas a ellas. En salud privada (ISAPRES) deben pagar el 30% más que un hombre por el mismo plan. En vivienda imposible acceder porque con un sueldo promedio de 600 mil pesos no es un “cliente” interesante para un banco y como es soltera no tiene con quien complementar renta; pero tampoco es vulnerable para el estado, por tanto, ni pensar en acceder a una casa y subsidio así que sólo queda arrendar.

El caso se agudiza con hijos, donde el censo demostró que durante la vida fértil (15 a 49 años) las chilenas están teniendo en promedio un hijo y es que el mayor problema que esto impone es la dificultad de la mujer para reincorporarse al mercado del trabajo luego de tener guagua, porque deben ser proveedoras, dueñas de casas y madres de manera simultánea y eso encarece la vida. En contraparte, el mismo tiempo el hombre lo utiliza sólo para trabajar, por tanto, una mujer separada aporta más del 50% que su contraparte para proveer al menor.

Algunos expertos han planteado que el sostenido aumento de los niveles educacionales en el país permitirá que las mujeres puedan convertirse en las figuras proveedoras, sin la participación de un hombre, y es una realidad bastante acertada considerando que 60% de demandados por pensión alimenticia no paga este derecho, un fenómeno que afecta la economía familiar y el bienestar directo de los menores. Pese a que la ley contempla sanciones como la orden de arraigo, el arresto nocturno, la retención de impuestos desde la Tesorería General de la República y la suspensión de la licencia de conducir hasta por seis meses, la mayoría de los hombres se las rebusca para trabajar sin contrato y cambiarse de casa para no ser ubicados.

Sería urgente retomar en el parlamento el proyecto de generar  un «Registro nacional de deudores alimentarios», ya que estos sujetos al no se hacerse cargo de sus hijos, obligan a que la mujer deba desarrollar diversas estrategias para “salvar” el mes y muchas deben acudir al endeudamiento que aporta, pero a la larga ahoga.

¿Se cansó de leer? Imagínese entonces cómo es lidiar día a día con un sistema que más que subvencionar a una mujer madre profesional y soltera juega en contra, así que antes de reírse de los memes que andan en las redes sociales acerca de la “Mamá Luchona”, recuerde que tiene vecinas, amigas, colegas y copiapinas que a veces no les hace mucha gracia ser llamadas así.

 

Por Karla Aguirre Abarcia