- Campaña de monitoreo mediante cámaras trampa permitió encontrar al felino en video.
Luego de nueve años en que no se había avistado un puma en el parque Nacional Llanos de Challe, la última campaña de cámaras trampa logró obtener un video de un ejemplar en una aguada que se ubica al interior del área silvestre protegida.
El Puma concolor es el carnívoro terrestre de mayor tamaño en Chile. Como especie está protegida dada su clasificación de Vulnerable o En Peligro y desde inicios de 1980, por el Decreto 354 del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), está prohibida su captura, caza y comercialización. También está prohibida su captura y tenencia de pieles u otras partes del felino por la Ley de Caza.
El último registro que se tuvo de la especie fue en 2014, desde entonces no se han logrado un nuevo registro hasta el 8 de diciembre con una nueva campaña de cámaras trampa.
Las cámaras fueron retiradas durante el monitoreo de guanacos a comienzo de marzo y este viernes fue identificada la grabación por los guardaparques Jorge Godoy y Leoncio Paredes durante la clasificación de las imágenes.
Al respecto el director regional de Conaf Héctor Soto dijo que “debemos agradecer el esfuerzo y dedicación de los guardaparques de la unidad, quienes además del esfuerzo físico que realizan en cada campaña de monitoreo, han logrado con la tecnología, capturar en video después de 9 años a este felino. Invitamos a proteger a este felino y a toda la fauna nativa de Atacama, para dejar un legado a nuestras futuras generaciones”.
El objetivo del uso de las cámaras trampas en el Parque Nacional Llanos de Challe, es evaluar el estado de los Objetos de Conservación Biológicos (guanacos, zorros, gato colo colo) e identificar las amenazas como la presencia de perros, caza ilegal, entre otras, para luego definir los lineamientos y medidas para el control de estas.
Este monitoreo comenzó en mayo del 2019 y finalizó en noviembre, se dividió en tres campañas para instalar 20 cámaras en 60 puntos.
“Su labor principal es mantener el equilibrio del ecosistema, controlando a especies dañinas e invasoras, además de seleccionar múltiples especies, predando animales enfermos, con pocas habilidades o defectuosos”, agregó Héctor Soto en relación en relación a la importancia del puma para la región.
El director de Conaf agregó que “al cazar pumas se produce un desequilibrio, ya que el ‘moderador’ del ecosistema queda ausente. Si el animal cazado es un macho adulto, el daño es aún más profundo, ya que los machos son quienes regulan incluso el número total de pumas en su territorio”.