La propuesta de “Hoja De Ruta Nacional a La Economía Circular – Para un país sin Basura”, reúne ambiciosas metas y acciones concretas con miras a transformar el país al 2040. Contempla un total de 92 acciones, que se agrupan en cuatro grandes líneas de acción.
La economía circular constituye un cambio profundo en las formas de producción y consumo. Plantea la necesidad de dejar atrás la lógica lineal de extraer-producir-consumir-botar, para avanzar hacia un modelo circular en que los materiales que entran en el ciclo económico se aprovechan durante el mayor tiempo posible o incluso de forma indefinida.
En esa línea el Seremi del medio Ambiente, Guillermo Ready explicó que “la visión de la hoja de ruta es que, al año 2040, la economía circular regenerativa impulse a Chile hacia un desarrollo sostenible, justo y participativo que ponga el bienestar de las personas al centro; esto, a través del cuidado de la naturaleza y sus seres vivos, la gestión responsable y eficiente de los recursos naturales, y una sociedad que usa, consume y produce de manera sostenible y consciente, fomentando la creación de empleos verdes y oportunidades para personas y organizaciones a lo largo del país”.
Para guiar y evaluar el nivel de avance en la transición, se ha establecido un conjunto de metas de largo plazo al 2040, con metas intermedias al año 2030.
Para lograr alcanzar estas metas, se propone una serie de 27 iniciativas, cada una de las cuales contiene distintas acciones. Estas se agrupan en torno a cuatro grandes ejes de acción: innovación circular, cultura circular, regulación circular y territorios circulares.
El eje INNOVACIÓN circular pone el foco en la necesidad de fomentar que la innovación y la creatividad del sector productivo se enfoquen en la implementación de sistemas de producción de menores impactos socioambientales a lo largo de los ciclos de vida.
El eje de CULTURA circular se enfoca en los cambios más profundos que deberán darse en toda la sociedad para lograr materializar la visión que se ha presentado. Entre las iniciativas propuestas están la difusión de hábitos circulares, la incorporación de la economía circular en la comunidad escolar, o implementar un sistema de ecoetiquedado para Chile.
El eje de REGULACIÓN circular pone el acento en la agenda de cambios que deberá ser impulsada fundamentalmente desde el nivel central del Estado, incluyendo a ministerios y servicios sectoriales. Aquí se incluyen medidas como fortalecimiento de la fiscalización de la disposición inadecuada de residuos, tarifa solidaria por el servicio de aseo, o la actualización del marco regulatorio de la gestión de residuos para facilitar el reúso y la valorización.
Finalmente, el eje de TERRITORIO circular se centra en los cambios que deberán ser impulsados principalmente por actores territoriales como los gobiernos regionales, las municipalidades, las organizaciones sociales y los gremios empresariales de territorios específicos. Acá está la promoción de infraestructura y equipamiento local para la economía circular, reactivación de los territorios y reconocimiento a recicladores de base.
Este plan maestro de la circularidad es fundamental para avanzar hacia la carbono neutralidad considerando que la Fundación Ellen MacArthur ha estimado que las energías renovables podrían reducir las emisiones de gases de efecto invernadero – responsables del calentamiento global- en un 55%, mientras que para disminuir el 45% restante, debemos modificar la forma en que producimos y consumimos, para lo cual la economía circular es la clave.
El sexto informe del comité científico de la ONU, IPCC, es un verdadero código rojo que no solo entrega información irrefutable de que el cambio climático es producido casi íntegramente por el comportamiento humano, sino que constituye un llamado urgente y claro a todos los países, empresas y actores a reducir sus emisiones y cumplir con los compromisos adquiridos bajo el acuerdo de París y así podamos alcanzar la carbono neutralidad a más tardar el 2050 como pide la ciencia para evitar que el incremento de la temperatura superé los 1,5 grados Celsius.
Nuevos productos para la REP
Entre las acciones establecidas en la hoja de ruta está el desarrollar los estudios para que nuevos productos sean declarados como prioritarios e ingresen a la ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP), lo que generará reglamentos que obliguen a las empresas que introducen al mercado productos como textiles a hacerse cargo de estos elementos una vez que terminen su vida útil, a través de la recolección y reciclaje.
El Ministerio del Medio Ambiente, con el apoyo del BID, ya se encuentra desarrollado los estudios para levantar la información necesaria que permita elaborar reglamentos REP para la industria textil.
Actualmente, la ley REP contempla 6 productos prioritarios, estos son: neumáticos; envases y embalajes; aceites lubricantes; pilas; aparatos eléctricos y electrónicos; y baterías
En ese ámbito el Seremi del Medio Ambiente, Guillermo Ready valoró el anuncio señalando que el reciente informe del IPCC, que es un verdadero código rojo para la humanidad, establece con claridad la profundidad de los impactos del cambio climático, efectos que se manifiestan cada vez con mayor intensidad y frecuencia en el mundo entero y Chile no es la excepción.
El Seremi Ready destacó que nuestro país, a pesar de ser un pequeño emisor, ha decidido enfrentar el cambio climático de manera ambiciosa y basado en la ciencia como una política de Estado que trascienda los gobiernos de turno y, por ejemplo, lideramos la velocidad de transformación a las energías limpias.
“Así como Chile hace algunos años desarrolló una Hoja de Ruta Energía 2050, lo que contribuyó a que Chile tenga un liderazgo reconocido en ese ámbito, esta hoja de ruta permitirá abordar la otra mitad y transitar desde una economía lineal a una circular. Es por eso de gran relevancia esta política pública que es la hoja de ruta, fruto de un trabajo transversal y amplio de todos los sectores de la sociedad, porque genera un plan maestro que propone 118 acciones específicas para que, al 2040, Chile sea un país donde nada se desperdicia y todo se transforma para el cuidado de la vida” expresó el Seremi.
Y entre las medidas que se incluyen está el incorporar nuevos productos a la ley REP, que obliga a las empresas a que se hagan cargo de los residuos que se generan al terminar la vida útil de los productos que introducen al país.