Todos sabemos que el ambiente está efervescente, no podemos por ningún motivo pensar que estamos en un momento más de nuestras vidas, ni que enfrentamos una elección cualquiera. Ahora es cuando tantos años de lucha pueden llevarnos a la primera constitución hecha de manera democrática en nuestra historia. A todos nos preocupa el alza de los precios, la seguridad, vivir mejor. Por eso mismo, necesitamos nuevas herramientas. ¿Realmente se podría mejorar la situación ocupando lo que ya está ahora? Claramente no ha servido, debemos tener nuevas formas de resolver los problemas. Por eso a cambiar la constitución, porque ya no sirve la misma mirada. Una oportunidad histórica como la que tenemos hoy, no se da dos veces.
La idea de rechazar para reformar es una idea incorrecta. Si se rechaza la propuesta de la nueva constitución, simplemente quedaremos como estamos ahora. La promesa de dejar todo como está ahora y después cambiar las cosas es “má vieja que el hilo negro”. Desde Ricardo Lagos que estamos viviendo ese espacio. Hoy Chile dice: “este es otro tiempo y queremos otras herramientas para mejorar”.
Si seguimos con la mirada de ir haciendo pequeñas reformistas al sistema, nos quedaremos pegados en tener exactamente el mismo sistema de AFP, el agua seguirá siendo de los millonarios y nuestra calidad de vida dependerá de la tarjeta de crédito, que no tiene ninguna compasión por nosotros y nosotras.
Este 4 de septiembre hay una oportunidad histórica. Nunca mejor dicho. Por eso hay que saludar a la juventud que la gente de más experiencia se unen para mejorar nuestro Chile. Ya ganamos por un porcentaje alto el plebiscito de entrada, y dijimos que se quería otra Constitución. Ahora es raro echarse para atrás. ¿Porque no me gustó alguna cosa pequeña desecho el libro completo? Si a los que tienen el poder les molesta esta constitución es precisamente porque nos da más poder a las personas comunes y corrientes, sobre todo a las regiones. Eso es incómodo, por eso reclaman.
El fin de semana se reunió muchísima gente en el Parque Schneider, gente de todas las edades y todas las ideas. Una fiesta familiar, las copiapinas y los copiapinos nos manifestamos a favor del apruebo, y así en cada banderazo y con muchas personas tocando las vecinas para el Apruebo. Hoy más que nunca, hay que tener claro que Chile necesita un cambio y eso se hace con algo nuevo, no con algo viejo.
Por Juan Manuel Cáceres, concejal por Copiapó