Desde el año 1956 que en Chile se celebra el “Día Nacional del Periodista”. Es para muchos periodistas, editores, directores de medios y encargados de comunicación del servicio público y la empresa privada, un día un “tanto” diferente, sobre todo en tiempos de la Cuarta Revolución Industrial, la que llegó no sólo a cambiar las vidas de los ciudadanos al tener tecnología de avanzada a un “click”. Sino que también, ha ido modificando la manera en cómo los profesionales de la comunicación, deben ir adaptándose a las nuevas maneras de informar.
Y, es que un periodista no sólo puede ejercer su profesión desde un medio de comunicación tradicional escrito, televisivo y radial, sino que han surgido otras plataformas que han dado el espacio para comunicar y por supuesto nuevos puestos de trabajo. Diarios, canales de televisión y radios online, están dando la vanguardia en pleno siglo XXI, porque tienen la ventaja de la instantaneidad de la información, con un ciudadano cada vez más empoderado.
Este 11 de julio de 2019 no hay que olvidar que es una jornada que nos debe recordar la promulgación de la Ley 12.045, la que resolvió la creación del actual Colegio de Periodistas de Chile, cuyo objetivo sigue siendo el agrupar a los profesionales en defensa de la libertad de expresión de prensa y en el respeto de sus derechos humanos y cómo trabajadores, en cualquier ámbito sea éste.
En el presente cualquier ciudadano puede tener la opción de grabar, sacar fotografías y denunciar o dar a conocer un hecho. Sin embargo, la tarea de los periodistas sigue siendo imprescindible, no sólo por los contenidos adquiridos en la enseñanza superior, sino que tienen esa capacidad de crear nuevas maneras de comunicar, la credibilidad de su trabajo por medio de información seria y confirmada, y, lo más relevante, la confianza que deben lograr con la comunidad, sus fuentes y el entorno, entregando un trabajo de responsabilidad y calidad.
Un destacado periodista y escritor, Gabriel García Márquez dijo: “El mejor oficio del mundo”, y sin lugar a dudas lo es. Por tanto, si usted tiene la “suerte” de contar con un profesional de este tipo en sus filas, valore el trabajo realizado, porque por ahora no hay máquina tecnológica que lo reemplace ni profesional acordé a la experiencia adquirida, que ocupe su lugar.
Por Karla Aguirre Abarcia.
