En la actualidad el control de calidad de un producto alimenticio va más allá de su aporte nutritivo o cumplimiento con las normativas sanitarias vigentes. Hoy también es de suma importancia garantizar la especie vegetal con la que el producto fue procesado y su origen geográfico.
En este contexto resulta muy valioso el aporte del Centro Regional de Investigación y Desarrollo Sustentable – CRIDESAT, de la Universidad de Atacama, que ha desarrollado un importante proyecto que les ha permitido presentar un Kit de identificación genética vegetal, herramienta que viene a facilitar el proceso de Denominación de Origen de alimentos elaborados en base a vegetales propios de tierra atacameña.
Tras un acucioso y extenso trabajo de investigación realizado por un equipo de profesionales del CRIDESAT, liderado por el ingeniero agrónomo y doctor en Genética y Biología Celular, Roberto Contreras Díaz, se logró desarrollar un Kit de identificación genética para aceitunas, pastas de olivo y aceites de Sevillana, y el primer Kit de identificación genética para arrope y harina de chañar.
De esta manera, se podrán cuantificar la trazabilidad genética del Chañar de Atacama y Sevillana del Huasco en cualquier producto que los utilice de base, y con ello ayudar a diferenciar los productos elaborados en Atacama con el resto de productos elaborados en Coquimbo, Antofagasta, Tarapacá y Arica Parinacota; convirtiéndose un importante aporte al desarrollo agrícola de la región.
“El objetivo era tratar de ayudar a los productores olivícolas y a las arroperas de chañar de la Región de Atacama para que tengan una herramienta que les permita identificar sus productos en un mercado tan extenso”, explicó el Dr. Contreras.
Para el presidente de la Asociación Gremial de Olivicultores del Huasco, Hermann Von Mayenberger, “esta iniciativa es fundamental porque permite identificar el porcentaje de nuestras aceitunas en el aceite; hay mucha gente que usa nuestro nombre, indistintamente que tenga la marca Huasco, lo importante es que tenga el sello de Denominación de Origen, con cualidades únicas”, explicó.
Por su parte, Elena Molina Paez, productora de Chañar, indicó que “esta investigación nos ayuda para poder potenciar el Chañar y darle el valor que realmente tiene este fruto silvestre”.