Punto de vista

El futuro de la especie humana depende de la coexistencia en balance con la naturaleza

Los seres humanos hemos habitado el planeta tierra por siglos, evolucionando y enfrentando diferentes adversidades a cada paso que damos en este camino. Pero ¿A qué costo?

Miles de bosques nativos talados; especies de animales extintos a manos del hombre por su intervención directa e indirecta en sus ecosistemas; la caza furtiva y la crianza de animales silvestres en cautiverio entre otros factores, han causado que animales de diferentes especies y hábitats tengan que coexistir o perecer frente a otros. Pero esto también ha traído consecuencias negativas para la subsistencia del ser humano. 

Científicos de todo el mundo, han concluido que existe un vínculo muy cercano entre la devastación de la naturaleza y la propagación de enfermedades zoonóticas (desde animales a seres humanos). Un análisis elaborado recientemente por investigadores del Instituto One Health, de Estados Unidos, ha demostrado que los animales cuyas poblaciones se encuentran en peligro debido a la caza, tráfico o pérdida de su hábitat, albergan el doble de virus zoonóticos que otras especies cuyas poblaciones disminuyeron por otros factores no relacionados con la acción humana.

Es así como el 70% de las enfermedades humanas provienen de microorganismos patógenos que se han transmitido a través de los animales, tales como: el VIH en 1981; la gripe aviar en 1997; o incluso, la gripe porcina en 2009. Estos datos nos advierten sobre cómo nuestro comportamiento hacia la naturaleza, ha traído consecuencias muy negativas para la salud de nuestra propia población.

Desde el comienzo de la especie humana, hemos enfrentado enfermedades que afectan la salud del ser humano, pero en la actualidad se están haciendo cada vez más recurrentes. Esto se debe a que cada año nuestra población crece y crece, demandando más alimentos, más producción, más consumo, más plástico, más de todo, sin pensar en las consecuencias que nuestro comportamiento de consumo nos puede traer.

Una posible coexistencia en equilibrio con el medio ambiente podría detener estas pandemias, o al menos hacerlas menos recurrentes. Pero ¿qué se necesita para hacer esto posible? Solo el trabajo en conjunto y las ganas de hacer las cosas bien para la supervivencia del ser humano en el planeta tierra.

El COVID-19, nos ha demostrado que es posible frenar el cambio climático, que aún no es tarde. El confinamiento ha arrojado luces verdes en todos los ecosistemas que habitan esta tierra, el problema está en cuando todo vuelva a la “normalidad”.

Los expertos analizan que las inversiones globales en energía limpia pueden debilitarse debido a que, para reactivar la economía, se prioricen las producciones en base a petróleo.

El vivir en balance con la naturaleza no pasa solamente por exigir a las autoridades y líderes mundiales un cambio. La coexistencia en equilibrio debe ser accionada desde cada uno de nuestros hogares, para esto es fundamental transformar nuestra forma de consumo; rechazar, reciclar, reutilizar, reusar y escoger productos sustentables y amigables con el medio ambiente, activa el consumo responsable, sostenible e informado sobre cada uno de los ingredientes y procedencia de los productos.

Cambiar los paradigmas que hoy nos rigen depende de cambiar uno mismo, comprendiendo y concientizando que la salud de nuestra especie está directamente vinculada a la integridad de los diferentes ecosistemas que habitan la tierra que nos sustenta.

Por: Reciclo por ti

Fuentes: www.wwf.org y www.sostenibilidad.semana.com