Más de 40 días de movilizaciones nos permiten reflexionar sobre la actual crisis social que atraviesa nuestro país. Apuntamos a cuatro factores claves en las actuales circunstancias políticas y sociales que a nuestro entender, podrían identificarse como: la manifestación popular y pacífica; la irrupción de la delincuencia; la violación de derechos humanos y el Desgobierno.
1 -. Es claro y objetivo señalar que a pesar de los vagos intentos del Gobierno por responder a las exigencias de las manifestaciones, todo ha sido inútil. Y es que las marchas pacíficas y multitudinarias que han recorrido Santiago y la mayoría de las regiones del país persisten y los manifestantes no se han conformado con lo ofrecido desde La Moneda, que evidenciando «sordera política», no ha escuchado las peticiones básicas que apuntan contra la «Economía del Abuso» y la desigualdad, pidiendo el fin de las AFP, mejores sueldos, impuestos para los ricos y las grandes empresas, educación gratuita y una salud de calidad.
2 -. Algo que lamentablemente ha ganado terreno ha sido la irrupción de delincuentes y la evidente inoperancia de las fuerzas policiales. ¿Cómo es posible que se robe, saquee y destruya sin mayor control de Carabineros? Nosotros avalamos plenamente la manifestación social, pero no la delincuencia que amparada originariamente en las consignas de la protesta, hoy se muestra separada de esta causa, mostrando su sola vinculación con el delito (tampoco negamos la posibilidad de agentes infiltrados). Pero no seamos idealistas ingenuos, ni caigamos en la justificación social o emocional, los cientos de pequeños locales destruidos o saqueados y el mobiliario público arrasado, nunca han sido los culpables ni los enemigos. Delincuencia no es igual a Resistencia, y los delincuentes no son parte del Movimiento.
3 -. Relacionado con lo anterior, y producto de la ya citada incompetencia de Carabineros, hemos visto que la represión contra el movimiento social sigue produciéndose en todo el país. Han sido claros los informes de Amnistía Internacional así como de Human Rights Watchs, cuyas conclusiones apuntan a la violación sistemática de derechos humanos. Más de 200 chilenos con sus ojos mutilados, el uso de armas prohibidas, golpizas y abusos sexuales denunciados son evidencias de esta situación, y solo nos llevan a preguntarnos cómo es posible que contemos con una instituciones tan poco preparadas (incluidos militares) y con funcionarios que, en ciertos casos, han mostrado serios desequilibrios mentales y psicológicos. La pregunta es lógica ¿Por qué Carabineros reprime con tanta violencia a los manifestantes pacíficos, pero no combate ni apresa a delincuentes y saqueadores? ¿Quiénes definen u ordenan estas estrategias?
4 -. Por último, hemos de referirnos al desgobierno del Presidente Piñera. Si solo con las primeras medidas adoptadas en medio de la crisis el Gobierno esperaba terminar el conflicto estuvo muy equivocado. Es cierto que el cambio en su «agenda» y la salida de autoridades fue un primer triunfo para el movimiento social, sin embargo, sigue siendo poco para todo lo que se pide. Incluso, la opción de llegar a una nueva Constitución, parece no ser suficiente. Por otro lado, los últimos informes de organismos internacionales confirmando la violación de derechos humanos por agentes del Estado, solo han empeorado el panorama para el Presidente.
No basta con salir a hablar (sin responder preguntas) con más frecuencia, tampoco con difundir incansablemente y celebrar los pequeños esfuerzos en materia social, pues la población chilena todavía espera que el Gobierno concrete un cambio real y contundente respecto al lucro y los abusos del sector privado contra la gente. Todavía el Presidente sigue sin referirse al fin de las AFP, la regulación de Isapres, impuestos, educación y salud. Todo pierde el valor sin esos anuncios. Peor aun en el clima cada vez más violento que se observa en las calles, – donde la delincuencia está tomando el control -, y las posturas de la población que peligrosamente comienzan a radicalizarse. ¿Qué estará esperando el Presidente en medio de esta crisis? ¿Podría conducirnos este Desgobierno a un estallido civil? Esperemos que no. Todavía ansiamos los tiempos mejores. ARRIVEDERCI
Por Elmirón