Coincidentemente la capital regional abrió la temporada de circo con dos espectáculos muy bien recibidos por la población, dos claro, porque el «circo político» que también inició funciones nadie lo esperaba: el nombramiento de nuevas autoridades regionales del gobierno entrante ha sido un verdadero show repleto de payasadas.
Hoy que la población está totalmente empoderada, no es posible que desde el gobierno y partidos de Atacama se nombre a personeros con hoja de vida manchada, no es posible que no se revise el historial de vida y más importante aún, que no se haga una revisión exhaustiva de sus comportamientos y comentarios publicados en redes sociales. Es verdad, nosotros no estamos de acuerdo con andar pontificando por cualquier cosa, eso hay que dejárselo a los sant@s y beat@s, pero cuando se cometen conductas impropias y que vulneran a otras personas ello debe ser sancionado.
Reglón aparte, no solo la presión ciudadana y la «policía de las redes sociales» ha provocado los pasos en falso en el nombramiento de autoridades, ya que el cuoteo político ha hecho lo suyo nuevamente, dejando claro que la vieja política es más fuerte que las competencias individuales. No es posible que intereses mezquinos y particulares de ciertos grupos puedan hacer y deshacer, y menos que el centralismo que estaba llamado a desaparecer siga ejerciendo tanta fuerza sin el conocimiento de los territorios.
¿Es que acaso en Atacama tendremos que conformarnos con las autoridades que las cuotas políticas permitan, continuando con los operadores? ¿cuándo tendremos gente de vocación. competencia, y capacidades liderando los organismos públicos regionales? El Gobierno anterior, que ahora curiosamente también pontifica, nos legó un intendente querellado por estafa, una autoridad despedida por comentarios misóginos, funcionarios públicos sumariados y parlamentarios denunciados en escandalosos reportajes televisivos; la idea era que estos episodios no se repitieran, pero al parecer poco ha cambiado.
Recordemos que en Atacama el Presidente Boric ganó con mayoría aplastante, muchos de quienes lo apoyaron coincidieron con su discurso de que la vieja política debía terminar, de que el cuoteo político debía terminar, y que las nuevas autoridades serían ejemplo de probidad. Lamentablemente a la vista de las primeras decisiones eso no ha pasado y la población, más empoderada que nunca, no está dispuesta a que le pasen gato por liebre, y no dejará de cobrar la palabra empeñada. ARRIVEDERCI
Por Elmirón