#EL OJO QUE TODO LO VE: manotazos de ahogado y a no «soltar» la rienda

Dos temas han sido el centro de las polémicas políticas las últimas semanas. Por un lado el evidente conflicto de autoridad entre los recién asumidos gobernadores regionales y los delegados presidenciales, y por otro, el trabajo de los constituyentes en su primer mes de funcionamiento.

Sobre esto último se ha hablado bastante, y se ha polemizado mucho más: desde la precariedad de espacios para que los constituyentes pueden almorzar, pasando por una necesidad de aumentar sus remuneraciones, hasta los desencuentros por la lengua que utilizan algunos miembros de la Convención a la hora de tomar la palabra.

Para los más críticos, habría evidencia de la poca preparación de algunos constituyentes para una labor tan importante para el futuro del país, además de una lucha de egos en la «izquierda» por aparecer liderando el proceso; sin embargo, para otros los conflictos en torno a la redacción de la nueva Constitución responden a intentos de la «derecha» de entrabar el proceso y hacerlo fracasar, pues no habría en estos minoritarios representantes un real interés por una nueva Constitución (apelaron al Rechazo), dado que los cambios les traerían la perdida de privilegios. Como sea, es un proceso demasiado importante para caer en estos absurdos. A todo esto ¿qué será de los cuatro constituyentes elegidos en Atacama? la verdad es que no se han visto, ni menos escuchado…

Respecto al tema de los conflictos entre gobernadores regionales y delegados presidenciales, al parecer hay bastante paño de cortar. Dicen por ahí que se ha llegado a tal nivel de disputa política por autoridad y relevancia mediática, que el Gobierno mantiene en permanente observación a los recién asumidos gobernadores regionales, para no «cederle» la importancia y protagonismo propio de su cargo, ni en actividades relevantes, visitas a terreno o reuniones con organismos públicos; habría incluso cierta disposición de «controlar» las acciones de dichas autoridades.

Ya lo dijo Rodrigo Mundaca, gobernador regional de Valparaíso, “la figura del delegado presidencial actúa como un celador del proceso de descentralización y además se toma atribuciones que no le corresponden…“, denunciando que cada vez que han solicitado reuniones a los servicios públicos, deben pasar por el delegado presidencial para pedir autorización, «esa hueá no procede, porque soy una autoridad democrática“, dijo enfático. La pregunta cae de cajón ¿estarán haciéndole este juego también al gobernador regional en Atacama? Un@ esperaría que no.

A pesar de todo, de conflictos y disputas tanto en la Constituyente como entre gobernadores y delegados, los problemas tendrían fecha de caducidad, ya que mientras los convencionales tienen un plazo para redactar la nueva carta magna, el próximo año tras las elecciones presidenciales también deberían cambiar las autoridades regionales elegidas por el Gobierno de turno. A propósito de aquello ¿Cómo van sus apuestas en la carrera presidencial? ¿podría ser nuestra región la tierra del próximo President@? ¿Usted ya eligió o prefiere esperar hasta el 21 de agosto? Tiene razón… primero veamos si pasamos el mes… ARRIVEDERCI

POR ELMIRÓN

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