Nuestra Región de Atacama no sólo tiene recursos minerales, sino también una increíble biodiversidad, que va desde el laboratorio en que resulta el fenómeno natural del Desierto Florido, hasta los Parques Naturales que albergan una flora y fauna autóctona, que es estudiada en profundidad por la ciencia. Tenemos mar y cordillera, desierto y los cielos más limpios para la observación astronómica. Capitales fundamentales para potenciar no solo el turismo, sino que también la protección de estos paisajes.
Y es así que luego de 13 años de tramitación, el Gobierno del Presidente Gabriel Boric Font, pone en marcha este importante e inédito Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), que garantiza la preservación de la flora y fauna de nuestro país, especialmente en aquellas zonas donde existe riesgo de actividades industriales. Y esto último es especialmente relevante para nuestra región, tomando en consideración las faenas industriales de la minería.
Entre las principales atribuciones del SBAP, están restaurar y regenerar las áreas protegidas a través de corredores biológicos que conecten paisajes, ecosistemas y hábitats, asegurando de este modo el mantenimiento de la biodiversidad. Tomando en consideración los procesos ecológicos y evolutivos que evitan la fragmentación de los hábitats. Esto va de la mano con la Estrategia Climática de Largo Plazo, la carta de navegación de nuestro Gobierno para los compromisos climáticos.
Estamos trabajando realmente con líneas que resguarden nuestro patrimonio natural y a través de Bienes Nacionales, queremos seguir protegiendo áreas como el Cerro Medanoso y Bramador, lugares icónicos de nuestra región. Y la creación de este Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, significa contar con una de las herramientas más fuertes para gestionar y continuar reuniendo la mayoría de estas áreas de conservación, protección y restauración, tanto dentro y fuera de las áreas protegidas ya existentes.
Por Sofía Vargas Roberts, seremi de Gobierno de Atacama.
