Yo no sé si estoy contagiada con el coronavirus. Por mi trabajo estuve expuesta a mucha gente, transité en distintos lugares. Cuando la información se hizo pública y se anunciaron las primeras medidas preventivas, tomé los resguardos, pero ¿podría ya estar contaminada? Lo desconozco aún, así como cientos de personas. Sin embargo, mi preocupación apunta a quienes siguen trasladándose y reuniéndose en espacios reducidos. Me pregunto entonces ¿Por qué nos sentimos tan invencibles?
Observo a mi alrededor y creo que realmente somos unos necios, inconsecuentes, individualistas y egoístas. ¿Podemos culparnos?, ¿podemos acribillar al otro? No, no podemos porque la necedad está en cada uno. Somos ignorantes ante una pandemia única, debemos reconocerlo así; sin embargo, ante la información verídica sobre lo que está sucediendo en el mundo con el contagio del covid-19, tendrían muchos que restringir sus propias necesidades de libertad y refugiarse en sus hogares.
Pese a este clima enrarecido en el cual nos encontramos, las necedades de nuestros propios actos gatillan una simbiosis de lamentos, que comienzan a tomar fuerza y que se comprueban, lamentablemente, con cada actualización diaria de contagiados por este virus en el país, que siguen en alza.
No seamos necios en este transitar distinto en el que nos vemos enfrentados. El llamado es a sectores públicos y privados; trabajadores y autoridades; comunidades, a que podamos apoyarnos, a ser solidarios, a colaborar desde nuestras propias competencias para generar un mayor resguardo y cumplir a cabalidad lo que solicitan, principalmente, desde el área de salud, en este aviso urgente de quedarnos en casa.
Desde mi área comunicacional, pido dejar de hacer Puntos de Prensa, espacios donde autoridades o representantes de gremios entregan información a la prensa para ser difundida a la comunidad. Este encuentro con los medios de comunicación puede ser un factor de mucho riesgo ante la cercanía física que se genera entre entrevistados, periodistas, camarógrafos, reporteros y gráficos.
El llamado de atención también es para los propietarios de diarios, radios y canales de televisión. No exponer a sus trabajadores y a ser creativos sobre en cómo comunicar en este estado de catástrofe. Utilicemos las plataformas que nos ofrece Internet o los propios teléfonos celulares. Cuidarnos es dejar de ser necios, es saber aplicar sabiduría en la toma de decisiones y resolver por el bien común de cada uno de nosotros.
Por Claudia Peñailillo Cronoro / Periodista y Licenciada en Comunicación Social