Por el valle de Copiapó transitan día a día cientos de personas; sin embargo, no todos conocen los secretos que esta particular zona de Atacama posee. Algunos de estos atractivos, son los vestigios de la cultura Inca y que se pueden apreciar en lugares sagrados como el Pukará de Punta Brava, el Palacio Incaico o Viña de Cerro, lugares destinados a la protección, la administración y la fundición de minerales fundamentales para la expansión de este imperio que dominó buena parte del cono sur.
Justamente este circuito fue el elegido por los responsables del Proyecto FIC del Gobierno Regional de Atacama: “Qhapaq Ñan: Huella en el Desierto”, para lanzar esta iniciativa que pretende poner en valor estos sitios desconocidos, pero de gran potencial patrimonial y turístico y cuyo hilo conductor es el mítico Camino del Inca. La iniciativa se apoya en la realidad aumentada y la generación de experiencia de alto nivel. La idea es diversificar este producto de intereses especiales basándose en la tecnología para que el visitante se lleve realmente una experiencia que envuelva todos sus sentidos, acción que va en línea con las nuevas tendencias mundiales de la industria
En total serán cuatro las rutas que abarcará este proyecto. Se trata del ya mencionado circuito de Minería Indígena en el valle de Copiapó, como segundo destino está el Camino Perdido, en el sector conocido como El Portal del Inca, en las cercanías de El Salvador, donde la soledad, el viento y los colores del entorno configuran un viaje de aventura por los caminos que utilizaban los chaskis.
El tercer tramo, denominado Patrimonio y la Cultura Viva, invita a retroceder en el tiempo y recorrer cuentos de años de historia, patrimonio y cultura. La ruta comienza en el Río de la Sal y continúa en la Quebrada de Agua Dulce, cerca de Diego de Almagro. La particularidad de esta zona es que está habitada por diversos representantes de las comunidades collas.
El cuarto circuito, llamado Huellas del Tiempo, se desarrolla en Inca de Oro y el sector de la Finca de Chañaral, donde los visitantes podrán ser parte de un pintoresco poblado que mantiene la minería a la vieja usanza y reconocer los registros dejados en las piedras por los primeros habitantes de esta zona.
“Queremos generar una oferta turística regional del Camino del Inca, el sub tramo Portal del Inca-Finca Chañaral y el Valle de Copiapó. Para esto potenciaremos el uso de realidad aumentada y reconstrucción 3D como tecnología de apoyo para guías y turistas. Estamos trabajando en recuperar, integrar y potenciar el turismo local a través del patrimonio material e inmaterial además de agregar valor al Qhapaq Ñan como patrimonio local y aportando al desarrollo de esta industria en Atacama, sostuvo Carla Taramasco, directora del FIC e investigadora de la Universidad de Valparaíso.
En este escenario, el Intendente de Atacama (S) Manuel Corrales sostuvo que esta iniciativa es muy importante porque también incluye a los pueblos originarios, “les da valor y les ayuda a avanzar en el tema turístico, un tema que está región tiene que hacer y que es diversificar su potencial y uno de sus pilares es esta industria, tenemos una región hermosa y a sus pueblos originarios activos, llamamos al mundo colla, diaguita para que trabajen en conjunto”.
Por su parte, el director de Sernatur Atacama (S) Ricardo Curiqueo, señaló que “este es un aporte concreto más que hace el Gobierno Regional para diversificar los productos turísticos que tenemos en la región”.
Según los responsables del proyecto, las entidades asociadas y beneficiadas con la iniciativa serán primero, la demanda turística actual y potencial que visite la región, la asociación de Guías y Operadores de turismo de Copiapó, comunidades indígenas de Tierra Amarilla, Copiapó y Diego de Almagro, la Corporación Qhapaq Ñan de esa comuna, junto a otras asociaciones y organismos vinculados al turismo en la zona.
De esta forma, Daniza Alvarez, Cacique del Consejo Nacional Diaguita sostuvo que “es un proyecto muy importante por impulsar el fomento indígena, el Qhapaq Ñan contempla claramente nuestro patrimonio cultural y esto nos visibiliza dentro de la región. Esperamos que esta iniciativa no sea invasiva de los territorios”.
En ese punto, el producto consistirá en una plataforma tecnológica que se compone de un sitio web y una aplicación móvil que reducirá la carga en los lugares a visitar. Esta tablet será la ‘ventana en el tiempo’, recurso de apoyo para la interpretación que, a través del uso de imágenes y videos, le entregarán al visitante una representación audiovisual de la cotidianidad del pasado en aquellos hitos donde el turista esté posicionado, lo que, sumado al relato del guía local, permitirá al turista interpretar el valor cultural que este bien representa”.
La ruta se puede comercializar como un producto complementario a lo que ya ofrece la región. Incorpora a sectores como Diego de Almagro y alrededores al turismo regional, localidades que no han sido beneficiados aún del desarrollo de esta actividad. Esto permite que las comunidades locales puedan incorporarse al turismo como proveedores, guías de sitios y emprendedores.