Tanto “paño hay que cortar” que se hizo casi obligatorio realizar un comentario político atingente. Y es que algunos mal considerados “machos” sacaron la voz de la peor forma tanto nivel local como nacional, culpando de sus gravísimos e inobjetables errores no solo a mujeres sino que a todo un gremio de profesionales. Tal es el caso del mismísimo club de fútbol profesional Coquimbo Unido, como del ex gobernador de la provincia de Copiapó, Manuel Corrales.
En el primero de los casos, tras la denuncia de una periodista de TVN red Coquimbo por un episodio de acoso sexual de parte de futbolistas del mencionado club, – en circunstancias de un entrenamiento -, la entidad no encontró nada mejor que restringir el acceso de la prensa a los lugares de entrenamiento, prácticamente culpando a la periodista de acceder a un lugar donde algún hombre o futbolista podría asumir casi gratuitamente ofenderla por su falta. Una burla y verdadero desastre de comunicado por parte del club Coquimbo Unido (o de sus encargados de comunicaciones), que no supo cómo responder moral y éticamente a esta grave denuncia (aunque después el arquero y capitán aurinegro si ofreció disculpas).
Por otra parte, en el caso del ex gobernador de Copiapó, parece que el mencionado no aprendió la lección que lo sacó del puesto. Hay que ver cómo le hace falta un asesor o más experiencia comunicacional a Manuel Corrales, quien tras perder la posibilidad de competir por el cargo de gobernador regional, ahora se hipoteca el premio de consuelo por la alcaldía de Copiapó ¿Nadie le ha dicho que buscar de enemigo a la prensa es echarse a un gremio encima?
Lamentablemente, ni antes ni después tuvimos un sincera disculpa del ex gobernador, quien se defendió aduciendo un “fuera de contexto” tras sus comentarios ofensivos sobre las mujeres, pero que ahora, después de decir en una radio online que “hay periodistas de la región que son capaces de vender a su madre por salir a nivel nacional”, comenzó de la peor forma su campaña política a nivel de medios. A pesar del nefasto panorama, lo que todavía extraña es que ni siquiera desde el Gobierno Regional de Atacama se haya dicho alguna palabra formal o informal condenando estos comentarios ¿será que los apoyan? Queda la duda.
En fin, conociendo a varios profesionales del periodismo, no se puede tolerar que autoridades sobrepasen sus atribuciones tratando de culpar a la prensa de sus «errores», de los cuales incluso podríamos hacer un rápido compendio: Recordemos cuando la prensa dio a conocer la querella por estafa contra ex el intendente Sánchez (RN); el reportaje denuncia contra el diputado Mulet (por supuestos nexos con los abogados que cerraron tratos con Candelaria); la cercanía personal y contractual del senador Prohens con el ex intendente querellado; los escándalos y quiebres internos del PS regional; los episodios de contaminación realizados por connotadas mineras (Atacama Kozan, Caserones, CAP, Candelaria, etc…) y muchas otras “joyitas” que todavía no han salido a la luz.
Empresas y autoridades debieran repensar su forma de relacionarse con la prensa local, pues en Atacama todavía se les trata con bastante respeto (quizá excesivo), además de que gran parte de su imagen y relaciones públicas la han logrado gracias a los propios medios. ARRRIVEDERCI.
Por Elmirón