Iniciativa financiada por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y de las Artes, enseña a preservar los recuerdos fotográficos, y otros registros o bienes, utilizando materiales y técnicas especiales que les hacen durar varias décadas.
En dependencias del Centro Cultural Atacama en la comuna de Copiapó, se desarrolló la Tercera Jornada de Conservación de Álbumes, proyecto en el que participaron personas de todas las edades y lugares de la región, con la intención de aprender a conservar los recuerdos físicos de su vida.
El taller, que se prolongó por una semana, surge el 2016 con la idea de enseñarle a la gente como hacer durar más las fotos y bienes que contienen sus memorias, sus recuerdos, explicó Mabel Tapia Ponce, ejecutora del proyecto FONDART.
La gestora además agregó que “afortunadamente gracias al Ministerio de las Culturas, se ha podido realizar tres versiones de este proyecto que considera charlas teórica y talleres prácticos, seminarios de patrimonio y archivos escolares, y talleres de conservación para toda la comunidad, y esperamos seguir realizando el próximo año”.
La Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Atacama María Cecilia Simunovic Ramírez, relevó la trascendencia del taller. “Visitamos a los participantes del taller de conservación de álbumes fotográficos financiado por un FONDART del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y felicito a todos quienes han participado, porque este es el rescate de nuestro pasado, y que por medio de las fotografías nos permite preservar muchos cosas importantes. Recordarles a todos que pueden acercarse a nuestra Seremia a postular a este tipo de proyectos que son muy importantes para el desarrollo de nuestro país”, expresó.
MÁS DE 200 AÑOS
La profesora Vianka Hortubia Atenas, Conservadora del Centro del Patrimonio Fotográfico de la Universidad Diego Portales, y quien viajo desde Santiago para dictar el taller, indicó que el objetivo “es conservar la memoria en las fotografías que cada uno tiene, ya que estas se pierden al ser digitales o por otros factores como la ocurrencia de catástrofes”, explicó.
“Yo les traje álbumes del siglo XIX de fines de 1.800 y que se conservan sin problemas, ya que cuando están bien guardados perduran por más de 100 años, con fotos que se ven perfectas, y esto se lo pueden dejar a sus familias, a los hijos, a las generaciones futuras, y la verdad que si se tiene cuidado con los materiales y técnicas que hemos utilizado, deberían durar muchos años”, declaró, mientras los alumnos trabajan en cajas contenedoras de álbumes con fotos y también ropa de guagua.
Wilma Ponce Cortés, quién es dueña de casa y de la tercera edad, destacó el taller con el que aprendió a conservar sus recuerdos. “Nosotros llegamos no sabiendo nada, no me imaginaba como se hacía para conservar las fotos, más ahora que todo es digital, y paso a paso fuimos aprendiendo de los materiales libres de ácido y cómo hacerlo, nosotros ignorábamos muchas cosas, porque por ejemplo una va y compra cualquier álbum de fotos y si tiene plástico peor, ahí no se preservan las fotos. Este taller ha sido muy importante” finalizó.