En un comunicado, Rector explicó la situación financiera de la casa de estudios luego de reiterados cuestionamientos.
«Respecto a la ocurrencia del estallido social que se ha venido desarrollando en el país durante los dos últimos meses, la Universidad de Atacama como Institución de Educación Superior Pública y Estatal de nuestra Región, no ha dejado de ser afectada por dicha coyuntura. Esto dado que a la justa movilización iniciada por nuestros estudiantes, con el propósito de apoyar las demandas sociales que exigen mayor igualdad, además del hecho de que en los últimos días, algunas decisiones adoptadas por las autoridades de la Universidad han despertado el malestar dentro de nuestros funcionarios, ha provocado que se agudice el panorama social del que es parte de esta entidad.
Quisiéramos referirnos a una variable que ha sido clave dentro del movimiento al interior de nuestra Universidad, la variable económica. Digo esto, porque ante la posibilidad de que se materializara una disminución de la dotación de personal, a partir de la no renovación de funcionarios de modalidad a contrata, por diversos medios de comunicación se han realizado declaraciones por parte de algunos académicos de la UDA, en donde ha transmitido que Universidad se encuentra en crisis, han sugerido la posibilidad de que en la UDA se estén produciendo actos delictuales, y que finalmente esta idea de crisis, es el resultado de una mala gestión directiva atacando con fuerza al Rector.
Pues bien, ahora es el momento en que la Región de Atacama, y porque no decirlo el país, escuche la voz de quienes representamos legalmente a la UDA, ya que hay que destacar con firmeza que las opiniones vertidas por los medios de comunicación, respecto a la supuesta crisis institucional, finalmente son declaraciones emanadas por funcionarios, quienes en la legalidad no cuentan con ninguna atribución para representar a la Institución, y me refiero a algunos académicos que se han enfrentado a las cámaras, queriendo hacer creer que nuestra Universidad enfrenta una profunda crisis, la que afirmamos expresamente, no es tal, ya que las declaraciones de estas personas se realizan sobre la base de la tergiversación, la falsedad y la distorsión de los hechos y la realidad institucional.
La UDA NO ATRAVIESA UNA CRISIS ECONÓMICA
Hay que destacar que, la UDA, se encuentra inserta en un Sistema de Educación Superior, en donde lamentablemente en materia económica debe seguir las reglas del Autofinanciamiento, esto significa que debe gestionar la generación de sus propios ingresos, que le permitan financiar los costos y gastos de la Institución.
Esta Casa de Estudios Superiores, hasta el año 2018, presenta un déficit operacional, es decir, genera ingresos que no cubren la totalidad de los costos y gastos de la Institución, sin embargo éste resultado financiero es solo un indicador, entre muchos, que da cuenta de la real situación financiera de la Universidad, esto lo señalamos, ya que si bien el déficit operacional que indicamos, es efectivamente una debilidad que se debe corregir, en contraparte la UDA cuenta con fortalezas en materia económica que se representan en el hecho de disponer a la fecha (06 de diciembre de 2019, de dineros en efectivos por la suma de alrededor de $2.000 millones de pesos, en saldos disponibles en cuentas corrientes bancarias, lo que se suma a los $7.661 millones de pesos en depósitos a plazo y fondos mutuos, cuyas sumas representan la liquidez de la UDA, quien debe ser virtualmente la única Universidad del País que no tiene deuda alguna con el Sistema Financiero o Bancario.
Ahora bien, es necesario señalar por qué es importante corregir el déficit operacional y por qué la UDA infructuosamente intentó reducir su dotación de personal a contrata. La respuesta a esto es que, en materia de Aseguramiento de la Calidad y Acreditación Institucional, los resultados financieros de la UDA deben ser positivos, dado que el cumplimiento de un desempeño financiero positivo es exigible a la Institución en el marco del Sistema de Aseguramiento de la Calidad que hoy nos regula; además necesariamente debemos hacer presente que la acreditación no está en riesgo hoy, a menos que la Institución no quiera trabajar en pos de ella.
Podemos decir enfáticamente que hoy nuestra Institución no atraviesa una crisis económica. La situación actual, y como lo he dicho, habla de una debilidad de las finanzas que es necesaria abordar, pero en ningún caso esto puede ser interpretado como un escenario de insolvencia institucional.
Finalmente, tanto la reducción de remuneraciones de un 10% y la reducción de la dotación de personal a contrata, como medidas barajadas por la Dirección Superior, en un intento de corregir las debilidades financieras que ya he comentado, con toda certeza en el contexto de la empresa privada pudiese haberse implementado sin mayores contratiempos. Esto lo señalo ya que si bien el estado de situación económica UDA es sometido a una evaluación financiera, bajo criterios propios del mundo empresarial, este aspecto se contrapone absolutamente con el carácter estatal y público de nuestra Institución de Educación Superior, que adicionalmente ha declarado dentro de sus valores, aquellos relacionados con el Pluralismo y la Democracia. Dichos valores justamente son los que nos obligan a incorporar el contexto social del país, además la voz y el sentimiento de nuestros funcionarios y estudiantes; así las cosas en nuestra Universidad no se adoptarán medidas económicas que afecten a nuestros funcionarios, por tanto todos ellos mantendrán sus cargos y no se reducirán sus remuneraciones.
Existe la confianza que el escenario de agitación y conflicto que hemos vivido como Institución en las semanas recientes, nos entregue la oportunidad de reflexionar en torno a todo lo ocurrido, y con la sabiduría propia de una institución educacional, se podrán adoptar las iniciativas que nos permitan fortalecer la situación patrimonial de la UDA, base para el desarrollo de nuestra Casa Regional de Estudios Superiores».
Por Celso Arias Mora, Rector Universidad de Atacama.