Las mujeres llevamos décadas y más décadas soportando el peso de regular la fertilidad. Ligadura de trompas, píldoras, dispositivos intrauterinos, entre otros, son los métodos anticonceptivos que muchas veces traen consecuencias negativas importantes para nuestra salud.
Entonces, ¿Por qué no es el hombre el que toma esta responsabilidad y decide operarse? Si bien hay una tendencia al alza, las vasectomías en Chile siguen estando muy por debajo de, por ejemplo, las ligaduras de trompas y muy lejos de alcanzar a los países desarrollados. Creo, para variar, por falta de información y prejuicios.
En términos simples, se trata de una cirugía ambulatoria que “corta el paso de los espermatozoides” desde el testículo hasta la próstata, zona donde se unen con el semen. Según especialistas una intervención simple, segura, sin efectos secundarios de ningún tipo para los hombres y además económica. Y lo mejor de todo: puede revertirse.
Ideal sería poder despedirse de las “pastillas”, test de embarazo, condones, etc. Piénselo, la vasectomía podría ser una buena alternativa, casi perfecta diría yo para controlar la fertilidad de forma responsable. Ojo, que mi “fanatismo” por esta cirugía no desestima en ningún caso el uso de preservativos para evitar contagios de ETS.
En fin, corren nuevos tiempos, los cambios culturales son necesarios, creo que llegó el turno de los hombres. A mi juicio no hay excusa para que ahora ellos sean responsables de la “anticoncepción” en la pareja. Sería justo ¿verdad?
Por Carla Olivares Vergara