Punto de vista

TANTO y POCO

Estoy como muchos y otros, con la tristeza que se me sale por la piel, con la rabia en los ojos de ver TANTO y POCO, con la inquietud en la lengua, la alegría en el alma,  el dolor en el corazón,  la emoción en las manos, el miedo a la memoria,  la esperanza y desesperanza que se me escurren por los dedos de mi pies y manos, de ver TANTO y POCO. 

Mis oídos retumban con el sonido incesante de las cacerolas que dialogan más que el Congreso, más que las reuniones de partidos, más que en las soluciones; las cacerolas dialogan por las ciudades, por los barrios, por los patrimonios, por la historia, por los viejos que vieron más  y menos que otros. 

No puedo apuntar con el dedo a los posibles culpables ¡si hay tantos culpables!, no puedo apuntar con mi mano a los culpables, como apunta con un arma el uniformado. No puedo juzgar a unos pocos, ¡si hay tantos culpables! No quiero súper héroes de partidos políticos, de colores viciados, de marketing politizado ¡quiero que esto termine con soluciones concretas!,  ¡no quiero más discursos que no dicen nada!, a veces siento que veo MUCHO, pero es tan POCO.

Me da pena ver a los viejos con la herida abierta, esa que creían cicatrizada y que ahora les sangra de pura tristeza, de puro miedo, de puro recuerdo. Tengo dolor de ver a los uniformados en la calle apuntando a su propia gente, algunos de ellos protegiendo y otros abusando. 

¡Los humanos somos tan inhumanos!

Tengo sentimientos invasivos ¡que abusan! Se ríen a carcajadas de nosotros, de mí, de lo confuso que puede ser la información que te llega a los oídos, de los calambres de las redes sociales; el dolor de la vecina que te expresa su miedo con tan solo mirarte y sonreír con su labio quebrado y deshidratado, de los valientes que van a las marchas, ¡de los que gritan sin miedo! 

Estoy con fuerza y cansada de ver TANTO y POCO, estoy con fuerza de levantarme y unirme a las demandas sociales que tanto colaboran para crecer y seguir uniendo, estoy cansada de las desinformaciones y el pánico, estoy con fuerza por las generaciones que siguen, estoy con fuerza por lo que se atrevieron, estoy con fuerza de ver que avanzamos, estoy con fuerza por el respeto y el dialogo, estoy con fuerza por la equidad social, estoy con fuerza por los esforzados, ¡Estoy con fuerza porque me despertaron!

Por Claudia Latorre Zepeda

Escritora, periodista y gestora cultural