En el marco del II Festival Internacional de Cine de Terror Atacama, conocimos el trabajo de Ximena del Solar, actriz nacional que ha desarrollado importante parte de su trayectoria en este género cinematográfico que comienza a hacerse un espacio en la región.
La celebración del Día del Cine Chileno de este año trajo de regreso la exhibición de la película “Trauma”, cinta dirigida por Lucio Rojas y en la que participa Ximena del Solar. Aquí pudimos conocer su capacidad actoral llevada al límite, bajo el relato de una historia que se ha ganado el calificativo de “controversial”.
Si bien, al recordar su infancia Ximena se autocalifica como una niña tímida, gracias a la actuación adquirió más seguridad, que le permitió incursionar en la interpretación en el cine de terror, del cual siempre ha sido fanática, y también alzar la voz a la hora de promover la participación de la mujer en la industria cinematográfica en las producciones de género y también desde cargos de dirección.
«Yo soy muy fan del género, especialmente del horror, desde muy pequeña. Creo que esto siempre fue una especie de sueño que tuve. Lo veía, eso sí debo admitir, un tanto lejano. Yo era algo tímida y me titulé como Licenciada en Lingüística, aunque tomé un par de talleres de teatro durante mi época como estudiante universitaria. Desde luego fue mi amistad con Lucio Rojas lo que me permitió llegar a cumplir ese sueño y, por supuesto, me lo tomo muy en serio. Le tengo un enorme respeto a este trabajo y al enorme esfuerzo que hay detrás de una producción fílmica. Volví a tomar cursos de teatro ya bastante más grande para fortalecer mis habilidades. Opino que de todos modos uno nunca deja de aprender», señaló Solari.
¿Qué ha sido lo más difícil de participar en producciones de cine ficción/terror?
«Con frecuencia te das cuenta de que no pocas personas lo ven como un género menor, como si requiriera menos trabajo y seriedad que otras áreas temáticas. Honestamente, me jode un poco esa visión. Me he acostumbrado a recibir esas impresiones de vez en cuando, pero me lo tomo con paciencia. La experiencia de haber podido estar fuera de Chile, compartiendo con gente de todo el mundo que se dedica a esta labor, me abrió un mundo maravilloso que me permitió reafirmar la seriedad con la que podemos enfrentar ese trabajo».
«Yo creo que hay elementos que tienen que ver con la violencia psicológica, producto de ciertas temáticas retratadas en las películas, que resultan duras a ratos (esto puede ser un elemento que abarque a otros géneros también). Muchas veces hay que mirar el lado más feo y duro de la vida – y adentrarte en ese sentimiento – para poder retratarlo. De algún modo, claramente llegas a vivirlo».
En entrevistas anteriores señalaste que hay una brecha en cuanto a la participación femenina en ámbitos directivos dentro de la industria ¿Qué factores crees que influyen en eso? ¿Cómo crees que se puede cambiar?
«No tengo claro con precisión absoluta cómo cambiar este paradigma, pero sí tengo claro que tomar conciencia es el primer gran paso. No hay duda que muchas mujeres se han distinguido en sus labores de dirección y que muchas más lo seguirán haciendo. Supongo que ha habido una falta de seguridad en muchas mujeres. Le he oído decir a varias que incluso en las escuelas de cine sus propios maestros las animan a derivar hacia otras áreas, usualmente Arte y Producción (áreas muy maravillosas, por cierto), pero eso está cambiando».
¿Cómo recibiste la invitación de FICTA de ser parte de un panel de conversación justamente enfocada en la mujer en el cine de género?
«¡Me encanta! Es algo que había quedado pendiente desde el año pasado, cuando hubo que suspender la realización presencial del Festival. Me alegra mucho que hayan podido desarrollar la plataforma digital. Vi la jornada de lanzamiento y observo que están desarrollando un esfuerzo muy serio. Hay mucha presencia femenina también en la realización de este evento y es interesante destacarlo, supongo que eso también motiva la necesidad de colocar este tema en un Conversatorio.
Honestamente, aspiro a que llegue el día en el que no tengamos que establecer diferencia de género para hablar de arte, pero estamos en un momento cultural en el que todavía es necesario reafirmar nuestra visión y participación como mujeres en esta industria y confío en que eso será de gran provecho para las nuevas generaciones.
Me gusta también que Ficta tiene un claro interés por el mundo literario y que lo conjuga con lo cinematográfico. Siento que eso le da una personalidad particular dentro del conjunto de festivales de cine que se realizan dentro del país».
¿De qué manera crees que estos espacios permiten promover el desarrollo del género ficcion/horror en Chile?
«Es indudable que los espacios de difusión cultural (como Ficta) permiten la creación y sobre todo la educación de las audiencias.
Personalmente, yo concibo la obra de arte (una pieza audiovisual, por ejemplo) terminada, cuando se encuentra con su público. Es más, diría que no solo terminada, sino completada cuando se produce este encuentro. Habrá tantas interpretaciones de una pieza como ojos y almas que la observen. Para mí, esa sinergia es algo mágico.
Volviendo a lo central, un espacio de difusión cultural permite tener acceso no solo a las piezas que se exhiben, sino también a los equipos que las crean y entender sus problemáticas, sueños, aspectos técnicos, etc. El público que accede a esta información paralela descubre nuevos puntos de vista a acerca del trabajo que pueden visionar. Habrá gente con más sensibilidad que otra, desde luego, pero es importante ofrecer estos espacios y que podamos dialogar todos en un marco de respeto. Estos espacios pueden llegar a ser super influyentes. A veces mucho más de lo que uno imagina».
¿En qué proyectos trabajas actualmente?
«Este año ha sido tan complejo que casi me da miedo hablar de lo que está por venir. A nivel mundial el panorama todavía es de carácter líquido, puesto que avanzamos y retrocedemos permanentemente. Ya tuve que vivir la cancelación de un proyecto este 2020 y nadie sabe qué pasara mañana. Si todo saliera bien, tengo un par de proyectos de cine de género para el 2021. Una película de horror/fantasía con Lucio Rojas y coproducción argentina y otro proyecto, también de horror/fantasía, bastante experimental, junto a dos interesantes académicos del ámbito universitario chileno.
Yo prefiero esperar con paciencia mientras cruzo los dedos. Lo que sí es seguro es que durante el 2021 se estrenaría APPS, una antología chilena de horror muy interesante y novedosa donde participo en el segmento titulado Edén».
POR EQUIPO LETRA BRAVA