Dame Zaha Mohammad Hadid nació en octubre de 1950 en Bagdad, Irak. Creció en el seno de una familia musulmana de clase alta, lo que le permitió estudiar en prestigiosos internados de Inglaterra y Suiza. Desde pequeña demostró ser una niña apasionada y decidida, prueba de ello es que con tan solo 10 años tenía claro que quería ser arquitecta y no descansó hasta logralo.
Hadid siempre llamó la atención por su tenacidad, por hacer posible lo imposible. Esta característica fue fundamental para convertirse en una de las mejores arquitecta de nuestros tiempos, una revolucionaria de las formas.
Su principal legado son los edificios futuristas caracterizados por las formas curvas, con las que Hadid buscaba evocar el caos de la vida moderna. Son numerosas las construcciones con su firma alrededor del mundo, entre los que destacan el Centro Cultural Heydar Aliyev (2013 – Azerbaiyan), la Ópera de Guangzhou (2010 – China) y el Centro Acuático de Londres, diseñado para acoger las pruebas acuáticas durante la celebración de los Juegos Olímpicos el año 2012.
La Reina de la Curvas o la arquitecta desconstructivista, como se le conoce, pasó además a la historia por ser la primera mujer en recibir el premio Pritzker de arquitectura el año 2004, galardón al que se le sumaron los premios Mies van der Rohe y Stirlin los años 2010 y 2011 respectivamente.
Cabe destacar, que Hadid también diseño espacios interiores, mobiliario y productos de consumo como el Z.CAR, un prototipo de coche de tres ruedas propulsado por hidrógeno. Además, se vinculó a la moda con un marca de ropa y colaboraciones con Lacoste.
Zaha Hadid falleció a los 65 años, en marzo de 2016, producto de un ataque al corazón.